domingo, 15 de mayo de 2011

ARTE / Resumen del Arte en el siglo XX

El siglo XX en el arte comienza en 1907 con Les Demoiselles d'Avignon de Picasso. La obra marca la ruptura con el pasado y representa una de las vías más importantes de investigación para el futuro. De hecho, en torno a esta fecha, las vanguardias históricas dan vía libre a la experimentación con la forma, el lenguaje, las técnicas y las técnicas que serán la base de todo el siglo XX: las corrientes del Cubismo, Expresionismo, Abstractismo, Futurismo, Dadaísmo abren puertas a nuevas formas de expresión. Cambia la relación entre arte y realidad, se juega con la formas, con los objetos y la materia, lo que queda reflejado tanto en el arte como en el lenguaje. Otros matices llegan de la filosofía y el psicoanálisis: el inconsciente queda plasmado en los lienzos de los surrealistas.

Mientras tanto, el siglo breve somete a Europa a dos guerras mundiales, Picasso muestra el horros de la guerra con el Guernica. Muchos compañeros suyos se ven obligados a huir de la Alemania nazi, que cierra también la extraordinaria experiencia del Bauhaus. De este modo, ya a comienzos de los años 40, el centro de la vida artística se desplaza de París a Nueva York. Aquí, el lenguaje se renueva completamente: la acción es la protagonista del arte de Pollock. En pocos años las investigaciones de los artistas, por un lado, se adentran en la realidad consumista y popular y, por otro lado, llegan a resultados sofisticados a veces distantes del público. Nacen así el Pop Art, el arte conceptual y el Minimal Art. La sinergia entre el arte y la música, el teatro y los medios de comunicación dan origen a los "happenings". El objeto artístico cambia continuamente de forma: el artista trabaja con el paisaje, el cuerpo, y las nuevas tecnologías, procesando por lo tanto las obras de arte del pasado.

HACIA LA MODERNIDAD
Cuando en 1874 se abre al público la primera muestra de los impresionistas, ni los artistas ni los críticos se dieron cuenta del significado histórico del evento ni mucho menos del alcance que tendría la corriente innovadora que surgió de este movimiento. A partir de aquí, las diversas expresiones artísticas engloban las tendencias que caracterizarán al siglo XX: por una parte, la exasperación del color de Van Gogh y la fascinación por el Oriente de Gauguin y, por otra parte, la búsqueda exhaustiva y constante de nuevas formas de Cézanne.

La investigación artística avanza a un ritmo vertiginoso y la antigua Europa ve nacer a muchos personajes carismáticos como Klimt, Munch y el joven artista que se convertirá en el símbolo del arte del siglo XX: Pablo Picasso.

EL EXPRESIONISMO EN EUROPA
Con la explosión cromática y la intensidad de las líneas, el Expresionismo abre camino a las vanguardias históricas, es decir, a la experiencia más rica y compleja del siglo XX. En Francia, junto a Matisse y Derain, los rotagonistas son Dufy, Marquet y Vlaminck. En el frente alemán, la ciudad con sus calles abarrotadas es uno de los temas preferidos de los jóvenes de Die Brücke (El puente), el grupo de expresionistas liderados por Kirchner. De Rusia procede Kandisnky, quien, junto con Franz Marc y Paul Klee, da vida al grupo Der blaue Ritter (El junete azul), en el que los colores intensos y las combinacines audaces alegran paisajes y escenas de animales, mientras que el cuerpo humano tendido y turbado es una presencia angustiante en Kokochka y en Schiele.

CUBISMO, FUTURISMO Y LA ESCUELA DE PARIS
Corre el año 1907 cuando Picasso firma la obra maestra símbolo de todo el arte del siglo XX: Les Demoiselles d'Avignon. Nace así el Cubismo, que rompe con el pasado alterando la relación entre arte y realidad. El camino abierto por Picasso y Braque lo siguieron otros artistas introduciendo diversas variantes: Cubismo analítico, sintético, órfico.

La gramática del Cubismo sirve de base al Futurismo, que añade a la composición de la forma el movimiento, la velocidad, una necesidad desesperada de modernidad. El Futurismo nace en Italia, pero París es el centro de todo, donde convergen las diferentes experiencias y experimentaciones: Modigliani, con su elegancia sutil, Chagall con su fantasía rusa y hebraica, además de Rouault, Brancusi y Soutine.

EL ARTE ABSTRACTO EN RUSIA Y EUROPA
En 1910 Kandinsky pinta la primera acuarela abstracta, dando un paso histórico en la renovación artística. También Larionov y Goncharova se centran en los temas de la vida campesina con un lenguaje geométrico y luego abstracto. La elección más extrema es de Malevich, que destaca como el más riguroso de los pintores abstractos; su Cuadrado blanco sobre fondo blanco es una de las obras más modernas y sorprendentes del siglo.

En Europa, se adhiere al arte asbtracto el grupo holandés De Stijl, del que forman parte Mondrian y Van Doesburg. En Alemania, en la escuela de arte por excelencia, el Bauhaus, docentes como Kandinsky, Klee, Moholy-Nagy se encuentran entre los principales representantes del arte abstracto.

EL REALISMO EN EUROPA Y AMERICA
La Primera Guerra Mundial fue un duro golpe a las experimentaciones artísticas en Europa, Picasso, tras haber dado vida al Cubismo, vuelve a los motivos y al estilo propios del Clasicismo. En Alemania, un grupo reducido de artistas, entre los que se encuentran Otto Dix y George Grosz, denuncia la corrupción de la sociedad a través de la sátira.

Mientras tanto, América asiste al nacimiento de un nuevo panorama artístico. En Estados Unidos, Edward Hoopper plasma la soledad de las ciudades y Georgia O'Keefe centra su mirada en la naturaleza, estilizada y decorativa. En el Sur, México vive su época dorada del arte figurativo con los murales de Rivera y Orozco y con la pintura biográfica y simbólica de Frida Kahlo.

DADA, METAFISICA Y SURREALISMO
Una broma. Eso es lo que parece el nombre del movimiento dadaísta y, de hecho, el juego y la provocación son la esencia constitutiva del Dadaísmo. No es casualidad que su principal exponente sea Marcel Duchamp, que se actúa como un irreverente desafiante: le dibuja un bigote a la Gioconda y firma un urinario y lo convierte en una obra de arte. Nace el ready made, mientras que Man Ray y Picabia reinventan la fotografía.

Junto al recorrido intelectual surgen nuevas formas de expresión que actúan de altavoces de lo irracional y el inconsciente de la esencia humana. En Italia, De Chirico y Carrá fundan la Metafísica, mientras que en Europa Dalí, Max Ernst, Matta y Miró son algunos de los exponentes más conocidos del Surrealismo.

DEL INFORMALISMO AL HIPERREALISMO
La Europa devastada por la Segunda Guerra Mundial tiene que recuperarse de la masacre, y esto es precisamente lo que parecen hacer los artistas informalistas: encontrar pequeñas figuraciones, jirones, con los que reconstruir las formas. Aparecen, así, las obras de Dubuffet, Fautret, Tapiès y Burri. Nueva York desempeña ahora el papel que tenía antes París. La presencia de los principales exponentes del Dadá y del Surrealismo en América constituye el punto de partida para el Expresionismo abstracto de Pollock y Rothko y para el Neodadaísmo de Rauschenberg. Mientras tanto, la llegada de la cultura de masas y el boom económico van transformando el imaginario de los artistas y los objetos se convierten en los protagonistas del Pop Art inglés y estadounidense. Andy Warhol es el gurú de este movimiento.

DE LAS NUEVAS VANGUARDIAS AL POSTMODERNISMO
En los años de las protetas, el mundo artístico en constante movimiento. Se forman grupos, se fragmentan, se vuelven a unir, el campo de las experimentaciones se hace cada vez más amplio, pero, sobretodo, cambia el concepto de la obra de arte: ahora pueden ser objetos, instalaciones, eventos y paisajes. Se inicia con el arte conceptual y el Minimalismo. Es la idea la que hace la obra de arte y se juega con la semiótica, con el lenguaje. Entre las obras más espectaculares están los monumentos embalados de Christo, expresión del Land Art.


Los años 80 marcan la época del Postmodernismo, pero ya a los pocos años vuelve a irrumpir algo nuevo: esperada y temida, la globalización se convierte en una nueva realidad artística.

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