sábado, 13 de agosto de 2011

FILOSOFIA / Nacimiento de la Filosofía. Platón y Aristóteles

La palabra FILOSOFIA viene del griego, idioma en el que significa "amor por el conocimiento", y designa el trabajo de quienes piensan sobre el Ser, la permanencia, el cambio, la relación entre las apariencias y la realidad última, el lugar del hombre en el mundo. Expresar la tensión entre la penosa finitud de la condición humana y el deseo de superarla, independientemente de los ritos y dogmas religiosos, es el primer tema común a todos los filósofos. De allí el recelo con que las religiones establecidas y los poderes vinculados a ellas suelen ver a estos pensadores.

Los primeros filósofos de la tradición occidental fueron los griegos del siglo VII a.C., denominados presocráticos para marcar la ruptura con lo que habría de seguir y de quienes solo se conservan algunos fragmentos de textos. Los dos más célebres fueron Heráclito y Parménides, que escribieron en verso. Para el primero, "el mundo es fuego eternamente vivo que se inflama y se sosiega". Lo más importante es el flujo universal, que se efectúa cuando cada ser se convierte en su contrario. A diferencia de Parménides que piensa en la inmovilidad, sostiene la imposibilidad de salir del Uno y la incosistencia de lo que cambia.

Sócrates (470-339 a.C.), que conocemos a través de su discípulo Platón, trabajó las posibilidades de descomposición analítica del discurso. Obligaba a sus discípulos a respetar tres principios de la lógica elemental que aún no eran vistos del todo como evidentes. Según el principio de identidad, una cosa nombrada no puede ser otra (A es A). Según el principio de contradicción, es imposible sostener dos afirmaciones opuestas al mismo tiempo. Por último, el principio del tercero excluido nos dice que el uso ordinario de la palabra solo tiene dos valores, sí y no, y debe elegirse entre ellos. Con estas armas, Sócrates condenó a los sofistas que fascinaban a la asamblea de ciudadanos y enseñó la práctica del discernimiento que requiere, en primer lugar, conocerse a sí mismo, es decir tener claro lo que se sabe y lo que se quiere. Al interrogar a sus interlocutores, Sócrates los hacía descubrir aquello que creían desconocer (esto es la mayéutica, arte de alumbrar los espíritus). Acusado de ser impío ante los dioses y de corromper a la juventud, Sócrates fue condenado a beber cicuta.

Platón y Aristóteles


Platón

Platón (filósofo griego, c.427-c.347 a.C.), fundador de la Academia, fue autor de numerosos diálogos (unos 30, entre ellos "Fedro" y "El Banquete"). En sus escritos ponía en escena a su maestro Sócrates, el que sabe que no sabe nada. A través de preguntas irónicas, éste lleva a su interlocutor a la aporía (suspensión del juicio). Su objetivo es mayéutico: hacer que los espíritus descubran su conocimiento y su ignorancia mediante una discusión y un juego de preguntas y respuestas (dialéctica dicotómica: justo/injusto, sufrir/someter). Del reconocimiento de la ignorancia debe nacer un deseo de conocimiento (un amor por la verdad). Como el adagio de Sócrates es "Conócete a ti mismo y conocerás a Dios y a los hombres", fue acusado de corromper a la juventud y de haber introducido nuevos dioses en la ciudad. En "La apología de Sócrates", Platón relata cómo su maestro fue condenado por los ciudadanos de Atenas a beber cicuta (veneno mortal).

El objetivo de Platón en sus diálogos es político y filosófico: mostrar que la justicia está ligada a la verdad; hacer que la inteligencia tienda hacia la Idea del Bien, de la cual son formas lo Bello y lo Bueno (relativo a la virtud). En "La República" (libro VI), Platón ilustra el paso de lo concreto (mundo visible) a la abstracción (mundo inteligible). El paso de los objetos y los modos del conocimiento se hace de lo sensible hacia lo inteligible según una relación de imitación (copia-modelo). Cada objeto de conocimiento admite un modo de conocimiento, y la Idea es el objeto más elevado.

En "La República", libro VII, Platón plantea el problema del conocimiento de manera alegórica: el mito de la caverna. Algunos hombres están encadenados en una caverna, con la cabeza y el cuerpo inmóviles, viendo la pared del fondo en la cual ven pasar formas. Un prisionero es liberado. Al salir el sol lo deslumbra. Al ver los objetos, comprende que lo que él creía era la realidad solo eran imágenes proyectadas, sombras. Es a través de la dialéctica como ingresa al mundo inteligible, para finalmente completar las Ideas.

Aristóteles
Aristóteles. Este filósofo giego (384-322 a.C.), preceptor de Alejandro Magno y alumno de Platón durante 20 años, fundó el Liceo de Atenas, donde enseñaba lógica (a él se debe la figura del silogismo), física (estudió los seres que tienen en sí mismos el principio de su movimiento), metafísica (que viene después de la física, meta significa "después", y los comentadores llamaron así a los libros que venían después de la física), ética ("Ética a Nicómaco", obra en la cual habla sobre la amistad), política (definió al hombre como un animal dotado de palabra), retórica (cuya práctica está ligada a la moral y la política) y poética (esta disciplina catártica es el medio ofrecido a los hombres para purgar sus pasiones). La metafísica es la ciencia del ser como ser, el conocimiento racional de las realidades trascendentes y de las cosas en sí mismas, y estudia los principios elementales del pensamiento que utilizan todas las demás disciplinas. No todos los saberes se conforman al modelo matemático según el cual aquello que se demuestra es verdadero.

Después de haber adquirido un conocimiento enciclopédico, Aristóteles desarrolló el concepto de universo finito e introdujo la clasificación de los seres a partir de una observación y análisis profundos. Definió los elementos del pensamiento lógico, por ejemplo el principio de no contradicción: no se puede decir una cosa y su contrario al mismo tiempo y respecto de un mismo sujeto.

En la Edad Media, pensadores cristianos retomaron las enseñanzas de Aristóteles y sistematizaron la argumentación mediante silogismos. Esta corriente, llamada escolástica, se extendió del siglo X al XVII.

Fuente: "Larousse Enciclopedia Quod"

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